jueves, 5 de marzo de 2015

Un bombero llamado SAN JUAN DE DIOS

Montemor-o-Novo (Portugal) 8 de marzo 1495. Granada (España) 8 de marzo 1550.

Día 8 de Marzo,  La Familia Hospitalaria  celebra la fiesta de San Juan de Dios.
Con la frase “Un bombero llamado Juan de Dios” me estoy refiriendo a una de las múltiples actividades, que a lo largo de su corta vida, le tocó vivir a San Juan de Dios.
El título de este comentario no nos suena bien, más bien nos suena chocante.  Juan de Dios,  fue un ciudadano de a pie, un caballero andante, que vivió a mediados del Siglo XVI en la ciudad de Granada. No nos consta, que en aquella época existiera el cuerpo de bomberos, esos hombres valerosos y heroicos “apagafuegos” de incendios. Hoy sí  que existen, como un inapreciable e imprescindible servicio a la Humanidad, tanto más digno de reconocimiento, cuanto es más arriesgado y efectivo. Estos valerosos hombres tienen por Patrono a San Juan de Dios. Muchos se estarán preguntando, y eso, por qué?  Aunque parezca mentira, San Juan de Dios fue bombero. Siempre que oímos hablar de San Juan de Dios, asociamos a este santo con el amor al prójimo, al necesitado, al hombre sin techo, al enfermo mental y no nos falta razón. Juan de Dios fue el hombre, que ardió en amor para que nadie, que estuviera junto a Él, pereciera de frío. Juan de Dios es el hombre de Dios, el hombre del buen amor para los otros hombres, a los que siempre llamó hermanos. Juan de Dios fue una especie de pirómano enloquecido por el amor al prójimo. Pocos han entendido como El y han llevado a la práctica, aquello, que Jesús de Nazaret dijo:
 “Fuego he venido a traer a la tierra  y qué quiero  sino que arda?”   
Toda la obra de Juan de Dios la podemos reducir a esto: prender fuego por los cuatro costados, con su vida de amor incandescente, al mundo.

Un mundo,  aterido de egoísmo, tembloroso del frío, que da la sociedad y el desengaño. A pesar de todo, es preciso recalcar hoy día  la condición de bombero, no honorífico, sino en pleno ejercicio del Santo, por excelencia, de la caridad al prójimo.
Cuadro de San Juan de Dios pintado por el gijonés Jesús Gallego


Existe un fuego bueno, el fuego que calienta, que fomenta la vida, un fuego, que representa el amor, que crea y redime, que derrite el hielo del egoísmo, éste es el fuego del hogar, el fuego que da luz pero en oposición hay otro fuego malo, el maligno, que consume y  destruye, abrasa y reduce la vida a cenizas.

 Juan de Dios pregonaba y decía el mismo amor, que nos impulsa a realizar el bien, nos tiene que inducir a combatir el mal, a no transigir con lo injusto o con lo dañino. Por eso si las  personas e instituciones, que se dedican a promover el bien, la justicia, la salud, el bienestar, son dignas de todo encomio, también lo son, en el mismo grado, las personas,   que tienen la misión social de preservar del mal y cortarle el paso. San Juan de Dios, que avivaba el rescoldo de su corazón de cristiano haciendo el bien a todos, fue bombero, no sólo cuando se lanzaba intrépido y valiente en medio de las llamas  a salvar a los enfermos en el incendio del Hospital Real de Granada, sino también, cuando descendía a los bajos fondos del crimen y entraba en los burdeles a cara descubierta para liberar a los esclavos del vicio y del odio o cuando intentaba convencer a las prostitutas, para que cambiaran su mala vida. En nuestros días debemos de revalorizar este aspecto de la auténtica caridad,  que impulsó a Juan de Dios al hacer de corta-fuegos, a extinguir los incendios destructores, a rescatar a tantas y tantas víctimas del falso amor, de la miseria o del vicio.  Juan de Dios de quien se afirma, que en el incendio del Hospital Real de Granada, salvó, con increíble valor, a tantos y tantos enfermos, saliendo milagrosamente ileso y simplemente con las cejas chamuscadas.  ¡¡Verdaderamente San Juan de Dios fue un bombero!!

Gerardo Alonso Matías

martes, 3 de marzo de 2015

El Marítimo Centro de Rehabilitación

En nuestro anterior comentario, hablábamos de la vida diaria en el Aula Escolar con los niños ingresados en Hospital Infantil del Sanatorio Marítimo. En este nuevo comentario trataremos de hablar de  la rehabilitación física en el gimnasio del Hospital.
El H. Luis Cañal dando rehabilitación a un niño.
El gimnasio se encuentra situado en la planta baja del pabellón central, es otro departamento importantísimo por el que pasan diariamente casi la totalidad de nuestros niños ingresados,  más otro gran número de niños de Gijón, que acuden al hospital para recuperarse de algunas de sus patologías. Nos encontramos pues, ante el departamento de  Fisioterapia, (técnicas de tratamiento de enfermedades, mediante el ejercicio muscular y los movimientos activos y pasivos), Hidroterapia, (aplicaciones terapéuticas del agua a diferentes temperaturas, presiones etc.). Electroterapia, (utilización de la electricidad: corrientes, microondas etc. con fines terapéuticos). Logopedia (tratamiento del lenguaje y audición), Estrabismo (servicio de Ortóptica y Pleóptica). 
Pero volvamos al Gimnasio. Dijimos que éste se encuentra en la planta baja, tiene unos grandes ventanales con vistas al mar, ventanas exteriores con vistas a la bahía gijonesa, nos encontramos ante un lugar alegre y relajante. 
Espejos, espalderas, colchonetas y una gran cantidad de aparatos fabricados de madera y metal, componen el  extraño mobiliario de este gran recinto. 
A este servicio de rehabilitación acuden pacientes internados en el propio Centro y otros niños y niñas de Gijón y su comarca, en régimen ambulatorio.
Subiendo por las escaleras  y niña haciendo otro tipo de ejercicios.
 Diariamente a las  9 de la mañana comienzan a llegar los pacientes para realizar sus ejercicios en sesiones de cuarenta o cuarenta y cinco minutos de duración. Para aquellos que no estén familiarizados con este tipo de tratamientos, contemplar los movimientos de cuantos por allí deambulan, resulta cuanto menos, sorprendente. Algunos niños llegan al Gimnasio del Marítimo en sillas de ruedas, otros por sus propios pies o con sus muletas y algunos en camillas. Una vez que los niños o niñas llegan al Gimnasio, los fisioterapeutas se hacen cargo de ellos. Algunos pacientes son colocados en complejos aparatos en los que comienzan a realizar los movimientos adecuados, entremezclándose con otros que realizan “simples” ejercicios de marcha entre pasarelas, ascenso y descenso por “rampas” o con aquellos, que con la ayuda de sus fisios realizan su adiestramiento, sobre mesas especiales: levantando pesas, moviendo sus extremidades…
Generalmente en este Servicio se atienden a pacientes con lesiones de tipo traumatológico y neurológico, ya sean congénitas o producidas por accidentes o como resultado de intervenciones quirúrgicas reparadoras. La casuística es muy variada y comprende desde el tratamiento rehabilitador a consecuencia de Pertes o luxaciones de cadera, hasta la rehabilitación necesaria tras operaciones quirúrgicas en las que se  han desarrollado técnicas de alargamientos de huesos, principalmente de tibia y peroné. También se atienden enfermos que presentan secuelas derivadas de parálisis cerebrales o deficiencias mentales.
La atención se dispensa de forma integral, considerando al niño o niña como un todo, además de intentar una adecuada movilidad del miembro, o miembros afectados, desde el punto de vista rehabilitador, para ajustarla a la movilidad que se consideraría normal, según el tipo de lesión de que se trate. 
Gimnasio, Fisios: H. Sebastian, José Manuel Loza y Jesús Barrio
El origen de la Rehabilitación es muy antiguo. Podría decirse que aunque las pautas no han cambiado, sí han cambiado y mucho, la aparatología aplicada en los distintos tratamientos. 
 Se produjeron importantes avances a partir de la 1º y 2º Guerras mundiales, dando lugar a un extraordinario desarrollo de las técnicas ortopédicas y a una reducción de los períodos precisos para el tratamiento rehabilitador, aunque éstos varían en función de cada individuo y no es posible concretar la duración del proceso.
En nuestros niños si las lesiones son de nacimiento los padres lo que desean es que sus hijos se asemejan a los demás niños o lo más aproximado posible a los demás niños, que consideramos “normales.”                          .
 Por este Servicio de rehabilitación del Sanatorio Marítimo han pasado auténticos profesionales, magníficas personas, hasta el punto que llegó a decirse en los años 70 que el Sanatorio Marítimo era el Centro donde mejor se hacia la rehabilitación. Por este Centro pasaron la Srta. Cheres, pionera en Asturias de los/as fisioterapeutas. Los Hermanos Hospitalarios, Fidel López, Benito Aguirre, Daniel Moreno, Agustín Gómez y los fisioterapeutas Jesús Barrio, José Manuel Loza, Germán Menéndez y tantos y tantos, que el recordarles a todos me es imposible, aunque si puedo afirmar, que todos ellos fueron grandes profesionales y personas estupendas a los que los chicos apreciaban y querían muchísimo. Por este servicio de Rehabilitación recibían tratamiento no solo los niños que estaban ingresados en el Sanatorio Marítimo, sino cientos de niños gijoneses y asturianos procedentes de distintos consejos del Principado. 
  Hemos de destacar también el servicio de Logopedia,  ciencia paramédica, que se ocupa de la prevención, estudio y tratamiento de los problemas de la voz, el habla y el lenguaje, tanto oral como escrito.
Y así nos encontramos que los orígenes de estos trastornos pueden  ser:
Trastornos del habla: Alteración en la articulación de las palabras o de su influencia o ritmo, Dislexia, Tartamudez;
Trastorno del Lenguaje: Incapacidad de comprender o de expresar una idea. Pueden clasificarse en expresivas y comprensivas y así tenemos el Retraso simple del lenguaje. Las disfasias y las Afasias.
Alteración de Órganos fono-articulatorio: Así tenemos Las Hipoacusias, Las Disglosías y Las Disartrias.,
Trastornos psicolingüísticos: Discapacidad intelectual, Autismo y Mutismo selectivo.
Este servicio adquiriría gran importancia más adelante cuando el Sanatorio Marítimo abrió sus puertas al campo de la Educación Especial.

Otro departamento que se implanta en el Hospital Sanatorio Marítimo es el Departamento de Ortóptica y Pleóptica. Es una especialidad de la Optometría basada en ejercicios visuales con la finalidad de solucionar las diferentes disfunciones musculares susceptibles de mejora. Es el área encargada de la visión binocular, debido a las anomalías en la musculatura de los ojos, a los problemas de enfoque y a la ambliopía, lose conoce como “ojo perezoso”. Para realizar el trabajo Ortóptica o de Pleóptica el Sanatorio Marítimo contaba con el equipo y personal capacitado para los tratamientos. A este departamento asistían muchísimo niños y niñas de Gijón y del Principado, quienes recibían tus tratamientos en régimen hospitalario y en régimen ambulatorio. Este servicio estaba costeado por la Seguridad Social.

Gerardo Alonso Matías